Baloncesto, reglas de compromiso

Desde siempre hay unas reglas  no escritas  por el cual el ser humano, el deportista, el jugador de baloncesto se une a un colectivo y da lo mejor de sí en todos los aspectos.

¿Qué pasa hoy en día en nuestra sociedad? ¿Se cumplen ésas reglas? ... 

El baloncesto es una forma de entender la vida, es un deporte que en sí transmite unos valores magníficos, que desde hace un tiempo se torpedean desde la sociedad: los directivos de las entidades deportivas,…y por supuesto los que formamos éste colectivo.

¿Qué exigencia tenemos hoy? ¿Cómo nos entregamos hoy a nuestro equipo? 

Cada vez me quedo más sorprendido de los padres de nuestros jugadores que creen tener conocimientos técnicos y de algún otro tipo, así como de las federaciones auténticos lobbies al servicio de entidades o personas que toman intereses partidistas.

El deporte del que formo parte y del que me niego a que me cambie los valores que he aprendido de él. Me dice que hay que revelarse, hay que hacer frente a la gente que va en contra de la moral, de las reglas no escritas pero sí que tiene nuestro deporte. Esos valores son los que diferencian a uno.

Los campeonatos, las victorias,…son mera anécdota, lo que realmente es importante son las reglas de compromiso que tiene nuestro deporte y que nos hace diferentes, y por las que realmente nos deberían respetar y admirar los adversarios.

He tenido la suerte de encontrarme y coincidir con personas muy variopintas: muchos de ellos gente con un bagaje deportivo, una experiencia  y unos éxitos y reconocimientos de primer nivel, algunos para alejarse de ellos y otros EJEMPLARES por su humanidad y humildad. 

De todos ellos aprendemos, para reconocer los límites de esas reglas que tiene nuestro deporte.

Éstos días he leído un libro sobre uno de los pocos deportistas de nuestro deporte que es miembro del Salón de la fama como jugador y cómo entrenador. John Wooden.

Yo lo tengo claro, él ha sido un ejemplo de vida para la gente con la que ha convivido. Sus logros deportivos ahí están, 10 títulos universitarios cómo entrenador, 7 de ellos de manera consecutiva, un record probablemente inigualable,…aunque nunca se sabe,…”de qué te sirve ganar  y ser campeón, si tu vida no tiene ética ni valores,...ganar sí,…pero con las reglas de compromiso que tiene nuestro deporte”, puesto que va a llegar un momento que el baloncesto se termine y la vida siga